martes, 20 de abril de 2010

Editorial


El mundo está construido a base de conceptos. El mundo es un movimiento continuo. Desde la aparición del hombre, éste, ha tenido que adaptarse a su entorno, designar cada una de las cosas con un nombre y darle un significado. El hombre se ha hecho parte de ese continuo y del ritmo que las circunstancias le han marcado. Desde entonces, lenguaje y movimiento han acompañado al ser humano. El lenguaje nace de la necesidad de comunicación, y la escritura, de preservar la memoria de las experiencias vividas por el hombre para trasmitirla a sus semejantes. La oralidad, sin duda, fue el detonante para que el ser amalgamara el signo y el movimiento y de ésta manera, crecer a la par. Que mejor ejemplo que el de las pinturas rupestres donde los cazadores se aprestaban a ir tras la presa. Designar el movimiento con glifos fue una manera de capturar su corporeidad; él y la lanza, él y la piedra, él y la naturaleza, todos en conjunción e interacción. El movimiento, sin ninguna duda, ha llevado al hombre a desarrollarse en todos los ámbitos, a evolucionar, y cuando digo evolucionar, afirmo, ha sabido adaptarse, y adaptarse es acompañar al tiempo a través de los siglos. El tiempo nos ha confirmado que la evolución del hombre se ha dado de manera meteórica, sobre la base del lenguaje (corporal, escrito o hablado) y el movimiento (traducido a signos, a formas, prácticas, etc.), nos designan al mundo que conocemos y nos lo definen como un todo donde nada está sujeto a la suerte, sino a los vínculos que se derivan de una acción a otra, a las conexiones que implican modos de producción y organización de la sociedad.
Actualmente, la lectura y la educación física son base importante en el desarrollo de una sociedad, y una y la otra tiene que ver, en la formación del individuo pero no de una manera disociada, sino, como una unidad en el diario vivir del ser. ¿Por qué afirmo ésto? Porque todas las actividades que ejerce el hombre desde que se levanta, tienen que ver con el movimiento, todos los entes con los que interactúa son parte de su corporeidad y del ejercicio de sus funciones motoras y de las actividades superiores de la mente. Cada acción que manifiesta es indisoluble de una lectura y de una manifestación psico-funcional, donde la función de acción compleja termina en una actividad que desarrolla el individuo. Cruzar la calle requiere de una lectura previa y de una serie de ejercicios mentales complejos para accionar el cuerpo y ponerlo en movimiento y en la continuidad del espacio y el tiempo.
El mundo se mueve a base de dinámicas individuales que al conjugarse nos determinan dinámicas colectivas, una estructuración de la sociedad en todos sus procesos y niveles. La formación de los individuos siempre ha sido una constante en las preocupaciones primarias de los seres humanos, por ende, la educación ha jugado un papel importante en la historia de cada una de las sociedades que componen el mundo.
Hemos observado que el docente de Educación Física, lee muy poco, sólo por necesidad, y no ejerce el hábito de la lectura. Razón misma por la que una de las bases de esta propuesta es acercarlo de manera exponencial y efectiva a leer, llevarlo del movimiento de la Educación Física, al movimiento de la Lectura y como enlace la imaginación.

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